Vuelo infinito!!

Bueno este blog como que esta medio descuidado, así que tengo que ponerme las pilas, pero este no es un post de mi propieda, sinó las letras de una muy amiga mía, que me pidió utilizar este espacio para expresar un sentimiento que la envuelve en estos últimos días.

Vuelo al infinito


Sus ojos vivaces llenos del fulgor que emanaba de una divina lumbre, empezaron a mermar en el momento que se detectó la presencia de un enemigo silente: el cáncer. Tres años de lucha sin tregua que más que desanimarle le impulsaban a continuar a pesar de que su pelo ya no estaba, y con orgullo lucía su cráneo casi al desnudo. Confieso que al principio me resultaba hasta cierto punto indiferente, hasta que un día se me acercó, me habló y aconsejó diciendo:
“Tú eres una buena hija, Dios te va a ayudar, tú serás grande, y no vas a vivir por aquí, te vas a acordar de mí cuando eso suceda porque eres muy inteligente y buena hija con tu madre” me repetía mi nueva vecina cada vez que me veía, pero yo solo atestaba a responder con el común “gracias”.

Poco a poco y con sus buenos deseos el cariño normal que se acostumbra tener a aquel ser que por azares del destino le corresponde compartir la misma comunidad fue incrementándose y la sentía como un familiar. Su ultima quimioterapia fue a inicios del mes de marzo del 2006 y desde ese momento inició su odisea, una batalla que peleó de forma hercúlea demostrando a más de un ser lo que significa la frase “!Quiero vivir!”. Manifiesto que nunca en mis 21 años de vida había visto el sufrimiento de alguien, era muy duro para todos escucharle quejarse por dolor, pero estoy segura k eso era mínimo en relación con lo que estaba sintiendo ella, quien en medio de su sufrimiento me recordaba que me quería mucho, y que triunfaría en la vida pero esta vez a diferencia de las demás ocasiones me dijo algo como “Tus logros las hormigas me lo contarán”, en principio no entendí lo k me quiso decir con esa frase, pero mas tarde comprendí. Sus recaídas constantes hicieron k las visitas al doctor se hicieran más frecuentes, el domingo de Ramos la trajeron del hospital pero esta ocasión fue muy extraña para mi, porque había perdido la razón y su cuerpo daba muestras de desgastes. Toda la semana santa agravó su estado, yo me fui de viaje y al regresar el domingo de Resurrección ocurrió un “milagro”, había recobrado la memoria y su rostro se transformó. Cuando ella me dijo “Hola mi niña”, a la franca sentí como k si ella había resucitado con el Señor. ¡Que feliz me sentí!, al otro día llamé a xoaxix, le hablé de mi emoción y de la fe que emanaba en mi corazón porque confiaba en que se podía levantar de su cama, al tiempo que hacíamos crónicas de nuestras respectivas actividades en la semana mayor, pero la felicidad del pobre dura “un cuarto de hora” porque recayó y eso me provocó desilusión ya que confiaba en que se levantaría de su lecho, por eso rompí con mi ritual de visitas diarias puesto que su estado empeoraba. No me gustaba verla sufrir y eso me estaba provocando gran tristeza.

El día de mi cumple (28 de abril) la visité y sus dolores eran insoportables, se quejaba y se quejaba, pero me le acerqué y le dije k era mi cumpleaños y como de la nada se dibujó una sonrisa en su rostro, creo k fue uno de los gestos mas sinceros que recibí ese día. Mi vecina Isabel murió en la madrugada del 2 de mayo, me llamaron como a las 6:20 a.m. y no tuve otra reacción que decir “descansó”, al llegar a su lecho no lloré, mis primeras lágrimas se exteriorizaron media hora después cuando bañé su cuerpo, no creí k estaba muerta y no podía creer k lo estaba haciendo, una jeva como yo k supuestamente le tiene “miedo a los muertos”, pero to` eso es mierda, de ahí en adelante empecé a llorar mucho como desahogando un dolor k se agolpaba en mi interior porque soy muy dura para llorar. Recuerdo cuando Sofía, la perrita chiguagua de la difunta entró en la habitación y no salió por nada del mundo de debajo de la cama donde yacía el cuerpo sin vida, luego la colocaron frente a Isabel y la perra inclinó su rostro con gesto de tristeza, ella que día tras día se dirigía al cuarto de su dueña como dándole apoyo (sino hubiese estado ahí, no lo creo).

Talvez resulte ilógico esto que escribo, pero me marcó su partida por lo menos en mis adentros aunque no se note, no soy dada a ello, al escribir esto mis ojos no se tornaron llorosos, ni mucho menos, por el contrario estoy tan tranquila porque ella paró de sufrir y se que su “curul” en el cielo estaba preparada, porque en todo momento en medio de su agonía solo exclamaba el nombre de Jesús, y daba gracias por las personas k le visitábamos, ella decía que le dábamos “mucho amor”. ¡Que irónico! si quien daba verdadero amor era ella a nosotros. Hoy sus alas se enmarcan hacia un vuelo infinito, pero tan cercano como la vida misma, y espero en verdad no olvidar con el pasar del tiempo sus palabras “Tú vas a triunfar”